La Auditoría Superior de la Federación (ASF) identificó una serie de presuntas anomalías en el manejo de recursos federalizados destinados a Nuevo León, que suman un monto superior a los 3 mil 200 millones de pesos durante el ejercicio de 2023. Tanto el gobierno estatal como varios municipios de la entidad fueron señalados por la falta de documentación adecuada, discrepancias en contratos y pagos no justificados, lo que ha generado preocupación sobre la transparencia en el uso de los fondos públicos.
Falta de comprobación en el gobierno estatal
La administración estatal, encabezada por el gobernador Samuel García, concentra el mayor monto observado, con 2 mil 235.8 millones de pesos. Estas observaciones incluyen pagos superiores a los tabuladores autorizados, contrataciones a proveedores sin justificar y obras públicas sin documentación comprobatoria. Además, el reporte señala diferencias importantes entre la información contractual proporcionada y los registros reales de adquisiciones, arrendamientos y servicios.
Este señalamiento ha resultado en nueve promociones de responsabilidad administrativa, cinco solicitudes de aclaración y ocho pliegos de observaciones por parte de la ASF. Aunque las anomalías representan apenas el 4.1 por ciento de la muestra auditada, estas evidencian fallas en los controles internos y en la rendición de cuentas del gobierno estatal.
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Preocupación por la transparencia en los recursos
El informe de la ASF revela un patrón preocupante en el manejo de recursos federales en Nuevo León. Aunque no todas las observaciones implican malversación de fondos, la falta de comprobación y las inconsistencias en contratos y pagos plantean dudas sobre la eficiencia y la transparencia en la gestión pública. Además, el hecho de que un alto porcentaje de los recursos auditados haya presentado alguna observación pone en evidencia la necesidad de mejorar los controles administrativos en todos los niveles de gobierno.
Qué sigue después de las observaciones
Ahora, el gobierno estatal tendrá que responder a los señalamientos de la ASF. Esto implica proporcionar la documentación requerida, aclarar las discrepancias detectadas y, en su caso, implementar medidas correctivas para evitar futuras irregularidades. De no atender estas observaciones, las inconsistencias podrían derivar en responsabilidades administrativas, sanciones económicas e incluso investigaciones más amplias.
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