El programa estatal de uniformes y tenis escolares, presentado por el gobernador como uno de los logros de su administración, se convirtió en una fuente de ingresos para los amigos de Samuel García. Dos empresas cercanas al mandatario, Grupo Dos Banderas y Grupo Textilero Cal, obtuvieron contratos por más de 268.3 millones de pesos, en lo que parece ser un esquema de favoritismo dentro del gobierno de Nuevo León.

Empresas De Los Amigos De Samuel García Favorecidas Por El Gobierno Estatal
Los datos públicos revelan que las compañías Grupo Dos Banderas y Grupo Textilero Cal pertenecen al empresario Enrique Mauricio Arechavaleta Garza, quien mantiene una relación de amistad de años con el mandatario y con el actual Secretario de Participación Ciudadana, Daniel Acosta.
En conjunto, las dos empresas concentran casi la totalidad de sus ingresos gracias a los contratos públicos. La primera facturó el 88 por ciento de sus ganancias por contratos con el Estado, mientras que la segunda obtuvo el 84 por ciento del mismo origen. Ambos casos dejan claro que el principal cliente de las firmas es el propio gobierno estatal.
Las licitaciones millonarias, además, levantaron sospechas por la manera en que fueron adjudicadas. Competidores con experiencia fueron descalificados por supuestas fallas menores en la documentación, lo que permitió que las empresas vinculadas a los amigos de Samuel García obtuvieran los contratos sin mayor competencia real.

El Ascenso De Empresas De Amigos De Samuel García
El crecimiento de estas empresas coincidió con el ascenso político del actual gobernador. Grupo Dos Banderas, fundada originalmente como Impulsora Regiomontana de Estética en 2011, cambió su giro a textil en 2013, poco antes de que comenzaran los vínculos entre su dueño y funcionarios del gobierno.
Años después, en 2021, nació Grupo Textilero Cal, también propiedad de Arechavaleta. Apenas un año después de su creación, ya firmaba contratos millonarios con la administración estatal. Según documentos del Registro Público de Comercio, el empresario designó como apoderado a Eliézer Ismael Ávila Peña, quien aparece como representante legal en los contratos con el Estado.
De acuerdo con los registros, entre 2023 y 2024 estas dos empresas fueron favorecidas de manera alternada. En un año, los contratos se asignaron a Grupo Dos Banderas, y al siguiente, a Grupo Textilero Cal, con montos que superan los 268 millones de pesos en conjunto.
Este patrón ha levantado cuestionamientos sobre si realmente existió competencia en los procesos de licitación o si se trató de un acuerdo para mantener los beneficios dentro del mismo círculo de los amigos de Samuel García.
Vínculos Que Revelan Cercanía Política Y Personal
Las fotografías que circulan en redes sociales confirman una relación cercana entre Arechavaleta, el gobernador y Daniel Acosta desde hace más de una década. En imágenes de 2014 y 2017, los tres aparecen compartiendo reuniones, viajes y actividades públicas.
Incluso, en 2018, cuando Arechavaleta contrajo matrimonio, el mandatario y su secretario acudieron al evento, lo que refuerza la percepción de una amistad consolidada. En los años siguientes, el propio gobernador publicó imágenes promoviendo la marca Dos Banderas, lo que sugiere una colaboración directa entre el poder público y los intereses privados del empresario.
Este tipo de conexiones personales, visibles en espacios públicos y redes sociales, generan dudas sobre la imparcialidad de las decisiones de contratación del Estado. En particular, porque mientras las empresas de Arechavaleta prosperaban, otras con trayectoria en el sector textil eran descalificadas bajo argumentos administrativos.
El Programa Escolar Que Terminó En Polémica
El programa estatal de entrega de uniformes y tenis escolares fue presentado como una política social para apoyar la economía de las familias y garantizar igualdad entre los estudiantes. Sin embargo, con los contratos otorgados a los amigos de Samuel García, la iniciativa terminó envuelta en polémica de favoritismo por parte de Samuel.
A través de las licitaciones, Grupo Dos Banderas obtuvo contratos por 59 millones de pesos para tenis y 61.7 millones para uniformes. Un año después, Grupo Textilero Cal recibió otros dos contratos, por 91.3 millones y 56.3 millones, respectivamente.
Los montos millonarios se suman a la percepción ciudadana de que los programas sociales del gobierno se utilizan como herramientas políticas y de beneficio económico para los allegados del mandatario.
Mientras las familias siguen esperando apoyos más amplios y permanentes, los amigos de Samuel García han convertido los programas públicos en oportunidades privadas de negocio.
Un Sistema Que Favorece A Los Cercanos Al Poder
La relación entre poder político y empresarial en Nuevo León parece seguir un patrón bien definido. Las empresas vinculadas al círculo cercano del gobernador no solo crecen financieramente, sino que logran concentrar los contratos más lucrativos del gobierno estatal.
Este tipo de casos plantea la urgencia de revisar los procesos de licitación pública y reforzar los mecanismos de transparencia para evitar conflictos de interés. La falta de controles adecuados permite que los recursos públicos se canalicen hacia los amigos de Samuel García, debilitando la confianza ciudadana en las instituciones.
La historia de Grupo Dos Banderas y Grupo Textilero Cal no solo evidencia un posible conflicto ético, sino también una práctica reiterada en la que los vínculos personales pesan más que la competencia justa o el mérito empresarial.
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