Miguel “Mike” Flores, excoordinador de la bancada de Movimiento Ciudadano (MC) en el Congreso de Nuevo León, ha captado la atención por un motivo que va más allá de su actividad legislativa. Desde que inició su participación política formal, Flores ha desplegado una intensa campaña de posicionamiento personal en redes sociales, con una inversión que supera los 4.3 millones de pesos, según datos de la biblioteca de anuncios de Meta.
Su gasto, muy por encima del de cualquier otro político local e incluso de varios actores nacionales, lo ha colocado entre los principales difusores de publicidad en plataformas como Facebook e Instagram. Esta estrategia de visibilidad ha sido interpretada por analistas como una posible antesala a su aspiración a la gubernatura de Nuevo León en 2027.

Gasto sin precedentes en redes sociales
Desde el 20 de agosto de 2024, fecha en que comenzó a pautar anuncios digitales, Miguel Flores ha mantenido una presencia constante y elevada en el ecosistema de Meta. Aunque llegó al Congreso local por la vía plurinominal, sin necesidad de hacer campaña, el político emecista apostó de inmediato por la promoción digital como principal herramienta para construir su imagen pública.
El nivel de inversión es llamativo. En algunos periodos, Flores ha superado incluso a gobiernos estatales y líderes nacionales en gasto publicitario. Entre el 30 de enero y el 5 de febrero, lideró el ranking nacional con una inversión de 208 mil 600 pesos. Lo mismo ocurrió en diciembre, cuando durante una semana gastó más que el propio Gobierno estatal, así como que la administración de Tlalnepantla y el partido MC en Nuevo León.
En los 90 días previos al 10 de junio, el desembolso de Flores alcanzó los 1.3 millones de pesos, posicionándolo en el séptimo lugar nacional. Superó en ese lapso a instituciones como la Secretaría de Gobernación, a organizaciones como Greenpeace México y a figuras políticas como Jorge Romero, líder nacional del PAN, además del propio gobernador Samuel García.
Sin campaña, pero con visibilidad nacional
Lo que llama la atención es que este despliegue publicitario ocurre sin una campaña electoral activa de por medio. Flores no fue electo por mayoría, sino que accedió a su curul por la vía plurinominal. A pesar de ello, su nivel de exposición supera con creces al de sus colegas.
En comparación, el senador morenista Waldo Fernández, quien ha tenido también una fuerte presencia en redes, gastó en el mismo periodo 451 mil 755 pesos, es decir, apenas una tercera parte del gasto de Flores. A nivel local, la diputada priista Lorena de la Garza, presidenta del Congreso, destinó 209 mil 938 pesos, cantidad que representa apenas una sexta parte del gasto del emecista.
Este desequilibrio ha despertado cuestionamientos sobre el origen y propósito del presupuesto que Flores destina a su proyección digital, así como sobre la falta de regulación en el gasto publicitario de funcionarios que no se encuentran en campaña.
Perfil político en construcción acelerada
Junto a su intensa estrategia de visibilidad, Miguel Flores ha trabajado también en la construcción de un nuevo perfil profesional. De haber declarado al inicio únicamente sus estudios en Administración de Empresas y su paso por una empresa de transporte familiar, ahora se presenta como “estratega financiero”, estudiante de Derecho y cursante de un doctorado en Ciencias Políticas.
En su perfil del Congreso local también afirma haber participado en la renovación de la corporación Fuerza Civil, entre otros logros que buscan reforzar su imagen como operador político con experiencia y visión. Este cambio ha sido interpretado como parte de una narrativa que busca prepararlo para ocupar posiciones clave en la estructura estatal.
Actualmente, se espera que Flores asuma la Secretaría General de Gobierno, una posición desde la cual tendría bajo su coordinación el llamado Gabinete de Buen Gobierno, compuesto por seis Secretarías. Esta posible designación ha sido leída por distintos sectores como una jugada estratégica para proyectarlo rumbo a una candidatura en 2027.
Promoción o precampaña disfrazada
El nivel de exposición de Mike Flores, combinado con su acelerada transformación profesional y su posible ascenso dentro del gobierno estatal, ha generado suspicacias entre analistas y ciudadanía. Para muchos, se trata de una precampaña no declarada que busca posicionarlo como el relevo natural de Samuel García, bajo el paraguas de Movimiento Ciudadano.
La falta de límites claros entre comunicación institucional, promoción personal y publicidad electoral alimenta el debate sobre la necesidad de regular el uso de recursos en redes por parte de funcionarios públicos. En un escenario donde las redes sociales definen la narrativa política, el caso de Mike Flores plantea una pregunta inevitable: ¿quién pone los frenos?
Si quieres conocer más sobre la situación actual de Mike Flores, lee el siguiente artículo: Cierra Mike Flores su ciclo como coordinador de MC en el Congreso
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