La falta de camiones sigue afectando gravemente a miles de personas en el área metropolitana de Nuevo León. A pesar de las inversiones anunciadas por el Gobierno estatal, los tiempos de espera y las filas continúan en aumento, reflejando una crisis que no se resuelve con propaganda.
Largas Filas Y Esperas Por La Falta De Camiones
En diferentes puntos de Nuevo León, las escenas se repiten: cientos de personas formadas bajo el sol o la lluvia, esperando un camión. Las filas se extienden durante horas, especialmente en las mañanas y en las tardes, cuando miles intentan llegar o volver de sus trabajos.
Los usuarios coinciden en que la falta de camiones se ha convertido en un verdadero calvario diario. Algunos pierden entre cuatro y seis horas al día solo en traslados. En zonas como García, el problema se vuelve aún más grave. Belén Armendáriz, habitante de este municipio, sale de su casa antes de las cinco de la mañana para llegar a tiempo a su empleo en San Jerónimo. Regresa a las once de la noche. Apenas duerme unas horas.
El caso de Belén no es aislado. Las historias se multiplican en toda la zona metropolitana. A pesar de los anuncios oficiales sobre la compra de nuevas unidades, las personas no las ven en las calles. La vida cotidiana sigue marcada por el desgaste físico, el estrés y la incertidumbre.

Usuarios Cuestionan Inversión Ante La Falta De Camiones
El gobierno estatal asegura que ha invertido más de 23 mil millones de pesos en arrendar más de 3 mil camiones, la mayoría de origen chino. Esta operación se ha llevado a cabo entre diciembre de 2021 y junio de 2025. Sin embargo, el impacto de esta inversión es cuestionado por la ciudadanía.
Joel Rocha, vecino de San Pedro, lo resume con una pregunta: “¿Dónde están los camiones, Samuel?”. Él, como muchos otros, espera por horas en esquinas como la de Rufino Tamayo y Lázaro Cárdenas sin ver mejoras.
Los ciudadanos se enfrentan a una realidad distinta a la que muestran los anuncios oficiales. La falta de camiones no solo no se ha solucionado, sino que en algunas rutas parece haberse agravado. En lugar de acortar los traslados, las personas ahora deben abordar dos o más unidades para llegar a su destino.
Este desgaste diario impacta directamente en la calidad de vida. Hay quienes han perdido oportunidades laborales o deben pagar transporte alternativo, como taxis o aplicaciones, para no llegar tarde. Todo esto suma una presión económica adicional a las familias.
Puntos Críticos Donde Se Agrava La Situación
Algunas zonas de la ciudad han sido señaladas como puntos especialmente críticos en la crisis de transporte. En San Nicolás, frente a la Clínica 6, se forman diariamente tres filas con más de 350 personas esperando camión. El panorama se repite en otros lugares como la Expo y el Palacio Federal, en Guadalupe; la Y Griega y la Alameda, en Monterrey; y la Carretera a Colombia y la Avenida Sendero, en Escobedo.
Entre las 5:00 y las 8:00 de la tarde, las filas alcanzan su punto máximo. Personas de todas las edades, muchas con jornada laboral completa, se enfrentan al cansancio de esperar sin certeza. En algunas avenidas de San Pedro, como Vasconcelos, Gómez Morín y Corregidora, la historia es la misma: filas largas, camiones llenos y nula señal de mejora.
Estas condiciones no solo afectan la movilidad, también la percepción del gobierno. Para muchos, el discurso oficial ya no tiene credibilidad. La falta de camiones ha pasado de ser un problema técnico a convertirse en un tema político.
Inversión Publicitaria No Soluciona La Falta De Camiones
Mientras miles enfrentan el caos en las calles, el Gobierno de Nuevo León ha mantenido una estrategia de comunicación enfocada en resaltar logros. Entre ellos, la compra de unidades de transporte es uno de los temas más recurrentes.
La publicidad, sin embargo, no ha logrado ocultar la crisis. Los números oficiales contrastan con la realidad diaria de quienes siguen esperando por horas en una parada. Los testimonios crecen, las denuncias en redes aumentan, y la paciencia se agota.
Muchos ciudadanos sienten que se prioriza la imagen del gobernador por encima de las soluciones reales. La falta de camiones no puede maquillarse con discursos. La gente exige acciones visibles y efectivas que les permitan recuperar su tiempo, su energía y su derecho a una movilidad digna.
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