La reciente polémica sobre la deuda hídrica que México mantiene con Estados Unidos volvió a poner en la mira al Gobernador de Nuevo León, Samuel García. Luego de que la Presidenta Claudia Sheinbaum anunciara que parte del pago se haría con agua proveniente de la Presa El Cuchillo, el mandatario estatal salió a negar cualquier acuerdo, mostrando de nuevo su estilo evasivo y contradictorio frente a los problemas reales que enfrenta la entidad y el país.
Un Gobernador Que Niega La Evidencia
En su conferencia matutina, la Presidenta aseguró que existía un acuerdo con distintos gobernadores, incluido Samuel García, para liberar agua de la Presa El Cuchillo como parte del abono a la deuda hídrica con Estados Unidos. La declaración desató reacciones inmediatas en Nuevo León, donde el tema del agua se ha convertido en una preocupación permanente para millones de habitantes. Sin embargo, el Gobernador no tardó en desmentir el planteamiento, alegando que en ningún caso se autorizaría un trasvase hacia el país vecino. “A Nuevo León no le van a quitar esa agua para Estados Unidos”, señaló en un comunicado, intentando presentarse como un defensor de los intereses locales, pero generando más dudas sobre su papel en la negociación.
La Autoridad Real Está En Conagua
Lejos de lo que declaró el mandatario, el propio organismo Agua y Drenaje de Monterrey (AyD) reconoció que la decisión no pasa por el Gobierno estatal, sino por la Comisión Nacional del Agua (Conagua). De acuerdo con fuentes de esa dependencia federal, las resoluciones sobre la deuda hídrica se toman en un comité técnico ubicado en las oficinas centrales de la CDMX. En otras palabras, las afirmaciones de Samuel García no tienen sustento, pues carece de la facultad directa para impedir que el agua de la Presa El Cuchillo sea utilizada para cumplir compromisos internacionales. Esto refuerza la percepción de un Gobernador más preocupado por proyectar una imagen política que por enfrentar la realidad.
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— César Cepeda (@cesarmty) October 1, 2025
¿Trasvase del Cuchillo?
El director de la @conagua_mx @Efrainmoralesl aseguró que México cumplirá a finales del mes de octubre con la entrega de agua a EU 🇺🇸 por el Tratado de Aguas que tiene con este país y que adeuda el 50 por ciento del monto pactado.… pic.twitter.com/OpdqEc7z9q
Contradicciones Y Falta De Transparencia
La actitud del mandatario resulta contradictoria. Mientras a nivel nacional se reconoce la firma de la Minuta 331 de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), que faculta a México a usar el Río San Juan —cuenca de la Presa El Cuchillo— para abonar a la deuda hídrica, en Nuevo León se transmite un mensaje opuesto, como si el estado estuviera blindado frente a esa obligación. Estas contradicciones no son nuevas. En el pasado, Samuel García ha minimizado problemas graves como la crisis de seguridad, el transporte colapsado o el rezago educativo, recurriendo a discursos populistas que buscan desviar la atención. El agua se suma ahora a la lista de temas donde se rehúye la rendición de cuentas.
Agua Como Botín Político
En lugar de dar certeza, la administración estatal convierte el tema del agua en un recurso político. El Gobernador utiliza la Presa El Cuchillo como bandera para presentarse como defensor del estado, mientras evita hablar de la realidad: la federación tiene facultades y acuerdos firmados que lo superan. Esta narrativa de confrontación solo genera más confusión en la población. La gente que depende de la presa para el abasto cotidiano no recibe información clara sobre lo que realmente ocurrirá. Mientras tanto, Samuel García aprovecha el discurso para alimentar su perfil político, sin importar que ello incremente la desconfianza ciudadana.
Riesgos Para El Abasto De Monterrey
La Presa El Cuchillo es la principal fuente de suministro para la zona metropolitana de Monterrey. Cualquier liberación de agua, aunque sea parcial, tendría repercusiones en el servicio a más de 5 millones de habitantes. Por ello, resulta grave que el Gobernador trate el tema con ligereza y mensajes ambiguos, en lugar de impulsar estrategias para garantizar la seguridad hídrica del estado. El riesgo no es menor. Apenas el año pasado Nuevo León sufrió cortes y racionamientos que expusieron la fragilidad del sistema. La población recuerda bien las largas filas para conseguir agua y la indiferencia de la administración estatal, que priorizó discursos sobre “soluciones futuristas” en lugar de medidas concretas.
Samuel García Y Su Estilo De Negación
El caso de la deuda hídrica refleja de nuevo el estilo de Samuel García: negar, minimizar y culpar a otros actores. Frente a las declaraciones de la Presidenta, el Gobernador optó por una respuesta fácil en lugar de asumir la responsabilidad de explicar con seriedad la situación a la ciudadanía. Esta estrategia puede darle réditos políticos momentáneos, pero deteriora la confianza en el gobierno estatal. Al final, la gente percibe a un mandatario que juega a ser opositor cuando conviene, mientras en la práctica mantiene acuerdos en silencio o evade decisiones difíciles.
La polémica sobre la deuda hídrica y la Presa El Cuchillo deja en evidencia la incapacidad de Samuel García para manejar un tema tan sensible como el agua. Sus declaraciones muestran a un Gobernador más preocupado por el espectáculo político que por garantizar un futuro estable para Nuevo León. La población merece claridad, no mensajes contradictorios. La crisis del agua en el estado exige decisiones responsables y coordinación real con la federación. Sin embargo, el Gobernador insiste en negar la realidad, poniendo en riesgo no solo el abasto local, sino también la credibilidad de su administración.
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