La colocación masiva de placas conmemorativas y tótems con la imagen de la Administración de Samuel García en 2024 generó gastos que superan los 20 millones de pesos. Este despliegue buscaba conmemorar los 200 años de Nuevo León como Estado federado. Sin embargo, muchas de estas piezas desaparecieron, se deterioraron o quedaron inaccesibles al público. Esto representa un gasto innecesario por parte del gobierno estatal.

Gasto Millonario En Placas Conmemorativas
En la primera mitad del 2024, el Gobierno de Nuevo León ordenó instalar decenas de placas conmemorativas y tótems para dejar un “sello” de la administración. Según estimaciones publicadas por EL NORTE, el gasto alcanzó al menos 20 millones de pesos.
Aun así, no existe un registro público con la ubicación exacta de cada pieza. Tampoco se transparentaron los costos en mano de obra, materiales y transporte. Varias compras se realizaron sin concurso público, lo que genera dudas sobre la legalidad y eficiencia del gasto.
Además, no hay certeza de que todas las placas y tótems hayan sido colocados. García aseguró que serían 200 placas y 66 tótems, pero recorridos recientes evidencian que muchas ya no se encuentran en los sitios originales.
Placas Conmemorativas Desaparecen O Están Deterioradas
Una de las placas conmemorativas se colocó el 16 de abril del 2024 en el Puente Verde. Actualmente, esta lámina ya no se encuentra visible en el lugar. Otra placa similar, instalada por García junto a Melissa Segura, Secretaría de Cultura, quedó escondida entre árboles a un costado del Río Santa Catarina, casi inaccesible a los ciudadanos.
El Arco de la Independencia, en la Avenida Madero, fue sede de otra lámina colocada el 25 de febrero del 2024. Esta placa fue retirada durante los trabajos de rehabilitación del monumento y, a pesar de que las obras finalizaron, no se reinstaló.
En el Parque Fundidora, una lámina ubicada en un “vagón muestra” del monorriel planeado para las Líneas 4 y 6 del Metro comenzó a mostrar signos de deterioro, evidenciando la falta de mantenimiento. Esto lleva a la población a cuestionarse si en realidad este fue un gasto necesario para Nuevo León o solo una manera de derroche de dinero público por parte del gobernador.
Piezas Desaparecidas En Abandono Y Deterioro Por Falta De Supervisión
El caso de los tótems refleja una situación similar. Por ejemplo, el tótem del Macrocentro Comunitario San Bernabé se encuentra en abandono y presenta daños visibles. Muchos otros también son inaccesibles o se ubican en áreas restringidas, como el interior del DIF Capullos, donde la entrada no está abierta al público.
Estas irregularidades evidencian que la instalación de estos distintivos no cumplió con la intención de ser un homenaje visible y permanente por los 200 años de Nuevo León como Estado federado. Además, muestran que el gasto millonario no generó un beneficio tangible para la ciudadanía.
Falta De Control En Colocación Y Supervisión De Piezas Estatales
La Administración de Samuel García no proporcionó información sobre la ubicación de cada placa conmemorativa, lo que impide verificar si todas fueron instaladas. Varias piezas desaparecieron, mientras otras permanecen olvidadas o deterioradas.
La ausencia de supervisión es evidente en múltiples recorridos realizados. Las láminas instaladas en espacios públicos importantes quedaron ocultas, mientras que otras fueron retiradas durante obras de rehabilitación y no se reinstalaron.
Este panorama genera cuestionamientos sobre la planeación del proyecto y la responsabilidad de las autoridades a cargo de su ejecución. Sin un inventario oficial, la ciudadanía no puede constatar que el gasto se haya destinado de manera eficiente.
🛑 Entre placas escondidas y tótems en abandono, el gasto millonario de Samuel para conmemorar los 200 años de Nuevo León quedó sin transparencia y en desorden. Hoy en día la mayoría de esas placas están dañadas o desaparecidas.
— Regiadisticas (@regiadisticas) October 6, 2025
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Comparativo De Recursos Y Prioridades Estatales
El desembolso en placas conmemorativas resalta frente a otras necesidades del Estado. Mientras millones se invirtieron en este despliegue simbólico, no hay evidencia de que se hayan destinado recursos equivalentes a la mejora de servicios públicos o infraestructura accesible a la ciudadanía.
La estrategia de instalar placas y tótems en pleno año electoral también generó críticas por considerar que la acción se asemeja a una promoción política más que a un homenaje cultural. La falta de transparencia y control refuerza la percepción de que los recursos públicos no se gestionaron de manera óptima.
Consecuencias Del Desperdicio Y Deterioro De Piezas Estatales
El deterioro, la inaccesibilidad y la desaparición de placas conmemorativas y tótems implican una pérdida patrimonial y económica. Al menos 20 millones de pesos se invirtieron en elementos que no cumplen su función de manera efectiva.
Expertos en administración pública señalan que la falta de inventarios y registros claros dificulta la rendición de cuentas. Sin información oficial, el control ciudadano sobre el gasto se ve limitado y se generan dudas sobre la legalidad de las adquisiciones realizadas sin concurso público.
Además, el mantenimiento inadecuado y la ubicación inapropiada de algunas piezas reducen su valor histórico y simbólico, limitando el impacto cultural que supuestamente buscaba la Administración estatal.
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