- Inseguridad En Nuevo León Alcanza Iglesias En Comunidades Rurales
- Habitantes Acusan Falta De Seguridad Del Gobierno Estatal
- Inseguridad En Nuevo León Impacta Tradiciones Y Vida Comunitaria
La inseguridad en Nuevo León volvió a quedar en evidencia tras el robo de campana de la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe en Montemorelos, ocurrido durante la madrugada y a días de las celebraciones guadalupanas. El robo a iglesia, captado por cámaras vecinales, generó indignación entre habitantes que acusan al gobierno estatal de no garantizar seguridad ni siquiera en espacios religiosos.

Inseguridad En Nuevo León Alcanza Iglesias En Comunidades Rurales
El robo ocurrió en la comunidad de Los Arroyos, en Montemorelos, durante la madrugada del viernes. Aprovechando la oscuridad, un sujeto sustrajo la campana de la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe sin que hubiera vigilancia o respuesta inmediata.
Vecinos indicaron que el hecho se registró cerca de las 04:20 horas. Las imágenes fueron captadas por cámaras de particulares ubicadas en viviendas cercanas al templo.
Para la comunidad, el robo a iglesia refleja cómo la inseguridad en Nuevo León se extiende incluso a zonas que históricamente habían sido tranquilas y respetadas.
Robo De Campana Queda Registrado En Cámaras Vecinales
Las grabaciones difundidas muestran al presunto responsable actuando sin prisa. Este detalle ha generado molestia entre habitantes, quienes cuestionan la ausencia de rondines policiacos.
De acuerdo con testimonios, durante el robo no se escucharon patrullas ni se activaron mecanismos de vigilancia. La escena reforzó la percepción de abandono en comunidades alejadas de los centros urbanos.
Para los vecinos, la facilidad con la que ocurrió el robo de campana confirma la falta de una estrategia efectiva de seguridad por parte del gobierno estatal encabezado por Samuel García.
Campana Histórica Tenía Décadas En La Iglesia De Montemorelos
Feligreses señalaron que la campana robada no era un objeto común. Tenía décadas en el templo y era considerada un símbolo del lugar. Durante años marcó celebraciones religiosas, misas y momentos importantes para generaciones de familias de la comunidad. Su pérdida representa un daño material y también emocional.
El robo de campana fue interpretado como una agresión directa contra el patrimonio religioso y cultural, lo que intensifica el impacto de la inseguridad en Nuevo León.
Habitantes Acusan Falta De Seguridad Del Gobierno Estatal
El delito ocurrió cuando la comunidad se preparaba para los festejos de la Virgen de Guadalupe. Este contexto incrementó la indignación social. Habitantes señalaron que ni siquiera la cercanía de una fecha religiosa relevante fue suficiente para que el templo fuera respetado.
Para los feligreses, este robo a iglesia evidencia que la inseguridad en Nuevo León ha superado límites simbólicos y sociales. Tras el robo, vecinos denunciaron el abandono institucional en la zona. Afirmaron que la vigilancia es escasa y que los reportes ciudadanos no reciben atención oportuna.
El reclamo se dirigió directamente al gobierno estatal, al que acusan de presumir avances en seguridad que no se reflejan en la vida cotidiana. Casos como el ocurrido en Montemorelos contrastan con el discurso oficial y refuerzan la percepción de que la inseguridad en Nuevo León sigue sin control.
Exigen Devolución De Campana Y Mayor Vigilancia
Feligreses solicitaron apoyo ciudadano y de las autoridades para localizar la campana y devolverla a su lugar original. Además, pidieron mayor presencia policiaca y acciones preventivas por parte del estado para evitar que hechos similares se repitan.
La exigencia no solo es recuperar el objeto robado, sino atender el problema estructural de la inseguridad en Nuevo León, que afecta la convivencia comunitaria.
Inseguridad En Nuevo León Impacta Tradiciones Y Vida Comunitaria
El robo no solo alteró la dinámica religiosa, sino también la organización social del lugar. La ausencia de la campana afecta las actividades previstas para las celebraciones.
Para los habitantes, este episodio demuestra que la inseguridad en Nuevo León no solo genera pérdidas materiales, sino que debilita tradiciones profundamente arraigadas.
Mientras esperan que la campana sea recuperada, la comunidad mantiene el reclamo hacia Samuel García y el gobierno estatal por no garantizar seguridad ni en espacios religiosos.
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