El brote del gusano barrenador en Nuevo León ha generado un incremento del 25% en los costos de producción bovina, un alza que impacta directamente en los consumidores. Productores señalan que las medidas implementadas han sido costosas y que el Estado no ha dado una respuesta clara para enfrentar el problema. Confían en que el invierno reduzca la propagación de la plaga.
Gusano Barrenador En Nuevo León Afecta A Engordadores
Héctor de Hoyos, presidente de la Asociación de Engordadores de Ganado Bovino del Noreste (AEGBN), explicó que este año ha sido uno de los más complicados para el sector. La razón es la presencia del gusano barrenador en Nuevo León, que obligó a adoptar protocolos sanitarios más estrictos.
Los engordadores han tenido que reforzar la capacitación de sus trabajadores, adquirir más medicamentos y aumentar el papeleo administrativo. Además, el transporte se ha encarecido, ya que las jaulas utilizadas para el traslado de los animales deben permanecer detenidas por un tiempo específico para cumplir con las medidas de seguridad.
Todas estas acciones, aunque necesarias para controlar la plaga, han derivado en un incremento de hasta 25% en los costos de producción por cabeza de ganado. Y este aumento se refleja en el precio final de la carne que llega a la mesa de las familias.

Gusano Barrenador Y Consecuencias En El Sector Bovino
Los productores reconocen que el brote fue detectado de manera oportuna, lo que evitó pérdidas más graves. Sin embargo, los efectos económicos no se han hecho esperar.
El gusano barrenador en Nuevo León es una plaga que afecta directamente al ganado y que obliga a los engordadores a invertir más recursos en prevención. Este aumento en los costos operativos ha generado un año lleno de complicaciones, donde se requiere ser mucho más eficiente en cada proceso de producción.
De Hoyos indicó que el panorama no puede calificarse como un mal año, pero tampoco como un buen año. Más bien, dijo, se trata de un periodo de adaptación en el que los productores deben acostumbrarse a convivir con esta plaga mientras continúe presente en el país.
Gusano Barrenador Y El Impacto En El Consumidor
El aumento en los costos de producción no solo golpea al sector bovino, también afecta directamente al consumidor final. La carne bovina, uno de los productos más consumidos en Nuevo León, ha visto un incremento en su precio debido al gusano barrenador en Nuevo León.
Los medicamentos adicionales, el mayor control documental, los protocolos sanitarios y el transporte más caro han encarecido la producción. Estas cargas terminan trasladándose al precio que pagan los ciudadanos en carnicerías y supermercados.
La situación preocupa a las familias, ya que se suma a otros aumentos en productos básicos. Comer carne se convierte en un gasto más pesado, mientras que los engordadores buscan mantener la producción para evitar un desabasto.
Gusano Barrenador Y La Inacción Estatal
Los productores han cuestionado la falta de acción por parte del gobierno estatal. Consideran que no se ha brindado el apoyo suficiente para enfrentar un problema que afecta a toda la cadena de valor de la carne.
Mientras las autoridades minimizan la crisis, los costos para el sector se disparan. Los engordadores señalan que no basta con esperar a que el clima haga su trabajo. Aunque el invierno reduce la reproducción de la mosca, no puede ser la única estrategia para contener el brote.
La falta de programas estatales de prevención y control genera incertidumbre en el sector. Los productores esperan que se implementen planes más integrales que garanticen estabilidad, porque de lo contrario, el gusano barrenador en Nuevo León seguirá presionando los precios de la carne en perjuicio de la ciudadanía.
Gusano Barrenador Y El Reto De La Prevención
El caso de Nuevo León pone en evidencia la vulnerabilidad del sector pecuario ante plagas como el gusano barrenador. Los productores han asumido gran parte de la carga económica, pero advierten que no pueden hacerlo solos.
La prevención es la clave para que esta plaga no se convierta en un problema mayor. Sin embargo, los planes requieren inversión, coordinación y la participación activa de las autoridades. Un manejo eficiente de los recursos y una vigilancia constante son esenciales para reducir el impacto en el futuro inmediato.
Si no se fortalece la estrategia, el riesgo es que el incremento en los costos de producción continúe y se convierta en una constante que mantenga altos los precios de la carne.
Una Crisis Que Exige Respuesta
El brote del gusano barrenador en Nuevo León ha puesto en jaque a los productores de carne y ha golpeado la economía de los consumidores. El incremento del 25% en los costos de producción es solo una de las consecuencias de un problema que pudo haberse enfrentado con mayor previsión.
Para los engordadores, el reto es mantener la producción en un entorno cada vez más complejo. Para la ciudadanía, el desafío es absorber un aumento en el precio de un alimento básico. Y para el Estado, la obligación es dejar de minimizar la crisis y diseñar soluciones que protejan tanto al sector como a las familias.
Lo que está en juego es más que una cifra. Es la seguridad alimentaria de miles de personas que dependen de un sector pecuario sólido y de autoridades que asuman su responsabilidad.
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