La publicidad naranja vinculada a Mariana Rodríguez y al partido Movimiento Ciudadano se ha extendido por toda la ciudad. Desde bardas en el Centro de Monterrey hasta uniformes escolares, playeras de niños y camiones urbanos, el color del partido del gobernador se ha convertido en la distintiva marca de su administración.

Publicidad Naranja De Mariana Rodríguez Cubre El Centro De La Ciudad
El Centro de Monterrey fue tapizado de bardas naranjas con mensajes como “Mariana Monterrey” y “Puro Naranja”. Aunque las precampañas a la alcaldía ya terminaron, la propaganda política permanece visible en avenidas como Madero, Félix U. Gómez, Cristóbal Colón y Zaragoza, donde abundan grafitis y basura.
Según reportes, hay al menos veinte bardas pintadas con el color característico de Movimiento Ciudadano, muchas en zonas deterioradas o con problemas de limpieza. Lo que más llama la atención es que la propaganda continúa en plena vía pública, violando la ley electoral, que obliga a retirar todo material proselitista 72 horas después del cierre de precampañas. Periodo de tiempo que obviamente ya excedió la titular de Amar a Nuevo León.
Los dirigentes del partido han intentado deslindarse, pero los mensajes son claros: la imagen y el nombre de Mariana Rodríguez —esposa del gobernador— están por toda la ciudad. Incluso lo podemos ver transitando la ciudad en los automóviles que todavía cargan su pegatina. Para muchos, esto refleja el uso del espacio público como extensión de su estrategia política.
Publicidad Naranja De Mariana Rodríguez Llegó A Escuelas Públicas
La estrategia no se limita a las bardas. Ahora también se pinta de naranja lo que antes era neutral. Escuelas públicas, uniformes y hasta pupitres lucen el color de Movimiento Ciudadano.
Bajo el argumento de dar mantenimiento, la Secretaría de Educación, encabezada por Sofialeticia Morales, ha incorporado el tono naranja como “color institucional” en escuelas de Monterrey, Salinas Victoria, Santa Catarina, Juárez y Ciénega de Flores.
Los ejemplos abundan: la Secundaria No. 15 “Profesor Juan Mendoza Gutiérrez”, la Secundaria Fray Servando Teresa de Mier y la Primaria Dos Ejidos ya lucen fachadas y mobiliario naranja. Padres y docentes han señalado que el mantenimiento es bienvenido, pero no el uso partidista del color.
La ciudadanía cuestiona si se trata de obras de educación o de promoción política disfrazada.

Playeras De Niños También Forman Parte De La Publicidad Naranja
El color naranja no se detiene en los muros. Ahora también llega hasta la la ropa de los estudiantes. Las nuevas playeras de los alumnos de jornada ampliada serán completamente naranjas, con logotipos oficiales del gobierno estatal.
La Secretaría de Educación lanzó una licitación para distribuir 95 mil uniformes a 338 escuelas públicas. Antes, los uniformes eran blancos con detalles aqua, el color institucional de la dependencia. Sin embargo, este año el gobernador ordenó cambiar todos los colores oficiales al naranja, el distintivo de Movimiento Ciudadano.
Además, los nuevos tenis escolares también tendrán detalles en naranja, sumándose a la lista de artículos con sello partidista. Esta medida ha generado críticas por mezclar los recursos públicos con símbolos políticos, algo que diversos legisladores han propuesto prohibir mediante reformas a la ley.
Mariana Rodríguez Se Mantiene En Silencio Ante Las Críticas
A pesar de la polémica, Mariana Rodríguez no ha emitido una postura clara. En público, critica la manera en que otros partidos usan recursos, pero guarda silencio ante el creciente uso de publicidad naranja en espacios públicos y programas sociales.
Desde camiones urbanos hasta tarjetas de apoyo social, todo parece seguir un mismo patrón: el color de Movimiento Ciudadano predomina, incluso en servicios financiados con dinero público. La titular de Amar Nuevo León ha centrado su imagen en el discurso de cercanía ciudadana, pero evita abordar el tema del gasto publicitario o la saturación de propaganda con su nombre.
Críticos señalan que esta estrategia convierte los programas estatales en herramientas de promoción personal y política, aprovechando el aparato gubernamental para reforzar su presencia mediática.
Publicidad Naranja De Mariana Rodríguez Se Extiende Sin Control
El avance del color naranja en espacios públicos y bienes del Estado ha desatado acusaciones de proselitismo disfrazado. Lo que comenzó como una estrategia estética, hoy es visto por analistas como parte de una campaña permanente a su favor.
Incluso algunos ciudadanos bromean diciendo que “si pudieran, pintarían el cielo de naranja”. Lo preocupante es que las dependencias del gobierno estatal han adoptado este color sin cuestionamientos, desde el DIF hasta las casetas de cobro.
Para muchos, esto representa un uso desmedido del poder político y una confusión entre los límites del gobierno y los intereses partidistas. Las autoridades electorales podrían intervenir si se determina que existe violación a la neutralidad institucional.
Ciudadanía Cuestiona El Uso Partidista De Los Recursos Públicos
Las críticas hacia el gobierno estatal crecen mientras Mariana Rodríguez continúa bajo los reflectores. Habitantes de Monterrey y municipios vecinos expresan su hartazgo ante el exceso de publicidad naranja y la falta de transparencia sobre el gasto destinado a estas campañas visuales.
Los ciudadanos reclaman que, mientras las bardas y uniformes se pintan de naranja, los problemas reales —como los daños al drenaje pluvial, el transporte deficiente y la inseguridad— permanecen sin solución.
La insistencia en usar el color del partido para todo lo que toca el gobierno deja claro que el interés principal no es el bienestar público, sino mantener la marca política fosfo en cada esquina del estado.
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